British Association for Counseling and Psychotherapy
Evitar errores, como por ejemplo: dar falsas esperanzas, usar palabras y frases sin sentido o técnico, entretenerte en preámbulos sin ir al grano, opinar, juzgar, quitarle importancia a lo sucedido, ser brusca/a o directa/o… Explicar qué reacciones son normales y cuáles no. Individualizar dicho proceso a la persona.
Consejos para saber dar malas noticias
¿ CÓMO DAR MALAS NOTICIAS?
Por qué es tan difícil dar una mala noticia? Ante la coyuntura de tener que dar una mala noticia, los propios miedos aumentan el nivel de ansiedad, ya que ante una situación adversa, el ser humano hace uso de los recursos aprendidos en situaciones similares y en la propia experiencia de pérdida del sujeto.
Por “ mala noticia ” se entiende cualquier información que afecta negativamente las expectativas que tiene el paciente de si mismo y su futuro. Por lo tanto, la comunicación de malas noticias incluye una gran variedad de situaciones (desde el resultado de un examen, hasta un diagnóstico de mal pronóstico).
La comunicación debe ser directa, sin generar incertidumbre pero sin que sea abrupta. Debemos mantener una cercanía física pero sin agobiar a la persona. Una vez comunicada la noticia debemos dar tiempo para que la persona procese la información. Si vemos que la persona esta en shock, verificar que ha entendido bien.
Usted debe ser tan honesto y directo con su cliente como sea posible al compartir malas noticias. Sea comprensivo: Si usted le da a su cliente una mala noticia, tiene que ser comprensivo con sus sentimientos.
5 claves para dar malas noticias en el trabajo
Este protocolo consta de 6 pasos escalonados y concatenados, ampliamente desarrollados en el artículo:
El psicólogo inglés Graham Davey, especializado en los efectos colaterales de la violencia en los medios, afirma que las malas noticias pueden ser causa de estrés, ansiedad, depresión e incluso TEPT, trastorno de estrés post traumático.
Los presentadores de informativos o noticiarios se exponen ante las cámaras para contar y describir las noticias del día manejando una serie de cualidades. Además de estas funciones, otro aspecto es el lenguaje de los informativos.
La mala noticia tiene al menos un componente objetivo (la severidad de la mala noticia a la que hacemos referencia cuando informamos de enfermedades graves) y otro componente subjetivo que depende del propio paciente.